domingo, 26 de agosto de 2012

Chat 386


ChaT 386
 
06.01.2012
Después de desayunar muy tarde me tiro en el sofá y enciendo la tele. No hay ningún programa interesante, así que continúo haciendo zapping. Mi padre agarra su bolso negro de cuero y me saluda “sé bueno, voy a trabajar, chao”. “Chao” le digo, y subo las cejas saludándole. Para mí la tele es el último recurso, cuando no tengo ganas de hacer nada la enciendo.
No se me ocurre qué hacer en todo el día. Me siento patético revolcándome de un lado a otro. No tengo ganas de nada, ni siquiera de tocar la guitarra. No sé si la culpa de todo esto la tiene mi ligera resaca o simplemente es así porque es domingo... Después de varios intentos infructuosos de entretenerme, acabo el día frente a mi ordenador, revisando mi correo electrónico. Tampoco aquí encuentro nada del otro mundo. A veces me siento solo, necesitaría compañía. Tal vez a alguien con quien hablar y ahí es donde google me echa un mano. En el buscador escribo "citas" y salen muchos aciertos. Repaso algunos de ellos rápidamente pero no encuentro nada que me llame la atención. Vuelvo a intentar con la palabra "chat" que da mucho más éxito. Entre todas las opciones elijo la que dice chat Esloveno 386. Sorprendido, me doy cuenta de que de hecho en esta página hay mucha gente con ganas de chatear. Escojo un nickname que define mi personalidad. Lo primero que se me ocurre es El Guitarrista pero éste ya está ocupado. Sigo pensando pero no quiero escoger un nickname que no me guste, quiero algo original. A parte de la guitarra también tengo pasión por la náutica. Me encantan los yates. Intento con la palabra Sealine, que es una marca Inglesa de yates, y esta vez sí tengo suerte. El nickname está disponible. En la columna de la derecha están todos los usuarios conectados, y a la izquierda se encuentra el chat donde te puedes comunicar con ellos. Algunos de los nicks me traen la sonrisa a la cara. Esto está lleno de maníacos sexuales con apodos como: megustaenseñarla, algunaquierechupar, peneduro, tefollo, buscoaunsudacaparachupar, pagomamada, lepagoaella, tefolloatumujer… je je je, con una gran sonrisa en los labios disfruto la lectura de estos nombres. Después de unos 20 minutos de investigación comienzo a chatear con una chica cuyo nickname es "ladelosojosazules". Tras intercambiar las primeras palabras como Como estás? De donde eres? Cuántos años tienes? Que haces? Estudias? Qué tipo de música te gusta?... hemos entrado en una conversación muy agradable. Estoy impaciente esperando la foto que me va a enviar por correo electrónico. Se describe de la siguiente manera: una chica de 17 años, alta 172 cm, 60kgs, rubia y ojos azules. En mi cabeza he creado la imagen de mi “amiga virtual” que no se parece en nada a la chica de la foto que recibo por e-mail. Es bastante más bajita y tiene algún kilito más de los 60. Su escasa melena rubia tapa la gran parte de su cara cubierta de pecas. Estoy un poco decepcionado con lo que veo y no sé qué contestarle cuando me pregunta en una ventana privada:
Ladelosojoszules: Has recibido la foto?
Sealine: si…
Ladelosojoszules: y? comentario?
Qué le escribo? Mejor que sea amable mintiendo que me gusta o le digo que no es mi tipo de chica y concluyo la conversación acabando ella ofendida. Me arrepiento de haberle pedido la foto ya que al verla cambió todo el tema. Me tomo un trago de agua fría que tengo en la mesa del ordenador y le escribo:
Sealine: eres simpática, es agradable hablar contigo…
Ladelosojoszules: gracias,
Ladelosojoszules: me puedes mandar alguna foto tuya?
Sealine, no tengo ninguna en este ordenador, te la mando otro día.

sábado, 11 de febrero de 2012

Funeral..


27.11.2003
Pongo mi móvil en modo silencio para que no haya sorpresas durante la ceremonia y me bajo del coche. Todo está tan tranquilo y silencioso... solo los cipreses del cementerio se menean ligeramente al ritmo del viento. Cada paso es más y más pesado cuando camino hacia el tanatorio junto a mi padre. La pesada puerta de metal está completamente abierta. Por respeto me quito las gafas de sol y entro. El suelo y las paredes están cubiertas de frío pero limpio mármol. El olor me repugna. A pesar del tiempo tan frío, acercándose a temperaturas bajo cero, empiezo a sentir gotas de sudor en la frente. En estos momentos este es lugar más horrible en el que he estado en toda mi vida. Sobre el carro de metal reposa el ataúd de oscura y pesada madera. Las gafas de sol esconden los ojos llorosos de Adela, que se limpia las lagrimas mientras solloza. Sus hijos vestidos de negro también tiemblan envueltos en la tristeza. La única persona que consigue mantenerse entera es su marido, Ian. En sus ojos oscuros no se perciben lágrimas. Con expresión seria en la cara, anima a Adela mientras que a los niños dedica atentos y cálidos abrazos. Mi subconsciente y mi cuerpo se resisten a la hora de acercarme al ataúd para poder ver el cadáver. Es la primera vez en mi vida que veo a una persona muerta; el mirarlo me provoca miedo, temo a la muerte. Su cuerpo lleno de vida hasta no hace mucho se ha vuelto gris y presiento que está frio. Me gustaría tocarlo por última vez y despedirme de él pero el solo hecho de pensarlo me causa rechazo. Me tiemblan las manos al intentar acercarlas a su frente. He tenido muchas conversaciones con mis amigos sobre funerales y muertes. La mayoría de ellos piensa que el cadáver de hecho no causa mucha impresión., es como si la persona estuviese durmiendo profundamente. Yo, sin embargo no siento lo mismo y sé muy bien que lo que estoy viendo es un fiambre y que este también es mi futuro. No aguanto más y en pocos minutos salgo del tanatorio con lágrimas en los ojos, procurando esconderlas cuidadosamente de la gente que veo a lo lejos en el aparcamiento. Me pongo mis gafas nuevamente y saco un pañuelo del bolsillo de mis vaqueros para limpiar las lágrimas que se derraman por mis mejillas. El reloj en mi muñeca me dice que falta menos de media  hora para que el cura empiece con la ceremonia fúnebre…